Propiedades medicinales
Algunos pueblos de la antigüedad conocían y utilizaban ampliamente las propiedades curativas de las aguas mineromedicinales.
Anteriormente a la época de los romanos, existieron civilizaciones más primitivas aún, que ya sabían de los secretos de la BALNEOLOGIA.
Su tradición milenaria, unida a modernas investigaciones experimentales y clínicas que constituyen su fundamento científico, garantiza el resultado positivo de todo tratamiento balneo-fango-climatoterápico en sus aspectos preventivo, de reparación y de rehabilitación de dolencias de diversa índole.
La CRENOLOGIA, nueva disciplina que estudia e investiga científica y técnicamente las aguas mineromedicinales y termomedicinales, dictamina sobre el aprovechamiento de las propiedades medicinales de ciertas aguas, fangos y vapores, así como las características del clima en donde están enclavadas.
Uno de esos lugares privilegiados por la naturaleza, y al que la CRENOLOGIA ha revelado como ideal, lo conforma la enorme extensión de agua salina de la Laguna de Mar Chiquita, situada en el noreste de la provincia de Córdoba, República Argentina.
La acción benéfica de sus aguas se fundamenta en la alta concentración salina, llegando a una mineralización mayor que el agua del océano, siendo sus iones predominantes los cloruros y el sodio, y sus iones calificantes los sulfatos, fluoruros, calcio, magnesio, litio, potasio y sílice.
Composición y características
El fango de la Laguna de Mar Chiquita se destaca por su alto contenido orgánico. El 39% es producto de la desintegración anaerobia de su plancton y material de arrastre y por la notable cantidad de azufre en estado de sulfuro. Además de sustancias estrogénicas, de provitamina A y provitamina D.
El excepcional microclima marino en plena zona mediterránea, originado por este verdadero mar interior, a una altitud de 72 metros sobre el nivel del mar y su ubicación geográfica, hacen de Miramar un balneario que puede recibir a quienes necesitan someterse a un tratamiento balneo-hidro-climatoterápico durante las cuatro estaciones del año.
Las propiedades terapéuticas de las aguas hipermarinas y el fango azufrado de Mar Chiquita, tanto como las características del clima de la región, permiten aprovecharlos para la rehabilitación de diferentes afecciones. Así, mediante los baños salinos y por la fangoterapia (envoltura completa y parcial de fango, frío y caliente) se tratan afecciones reumáticas crónicas, subcrónicas de las articulaciones, músculos y columna vertebral (fibrositis, artrosis, espondilosis, lumbago, ciática, mialgias, neuralgias, bursitis, tendinitis, gota); tratamiento de postoperados traumatológicos y ortopédicos (fracturas, luxaciones, distorsiones, traumas deportivos); rehabilitación; revitalización; afecciones crónicas de la piel (ezcemas, psoriasis, celulitis, intertigo); estado de agotamiento psicofísicos.